Vivir con la inflación más alta del milenio plantea un gran reto para los hogares colombianos, que se han visto en la obligación de cambiar sus hábitos de consumo en busca de encontrar un equilibrio entre sus ingresos y los gastos cotidianos.
“No se cómo logramos llegar a fin de mes, a veces nos toca prestarle plata a familiares o amigos ya que nos quedamos cortos con el mercado o el dinero del transporte”, asegura Darío Rodríguez, trabajador y padre de un niño de 10 años.
Perder el poder adquisitivo ante el aumento de los precios, implica que las personas tengan que recomponer su presupuesto priorizando gastos.
“En casos extremos vemos que muchas familias no alcanzan a tomar las tres comidas diarias. La cruda realidad es que la inflación es uno de los problemas macroeconómicos que tiene impactos sociales más agudos”, señala el profesor de la Universidad del Rosario Alejandro Useche.
Indica que ‘apretarse el cinturón’ para ciertos hogares implica bajar la cantidad de comidas al día y la calidad de los alimentos que compran.
También se toman otras decisiones como renunciar a ciertos gastos que no son necesarios, lo que puede llevar a una caída en la calidad de vida de las personas. “No se puede reemplazar comer por otra actividad, pero sí se podría dejar de salir a pasear y quedarse en la casa”, detalla Useche.
En el orden de prioridades de gastos generalmente está la compra de alimentos, pago de servicios, medicamentos, transporte y educación.
“Sin embargo, todo esto que es fundamental para la vida diaria no alcanza a cubrirse. Entonces el impacto principal de la inflación es en la calidad de vida”, agrega el experto.
Es así como se comienza evaluar la necesidad de comprar ropa y calzado o de contratar servicios de telecomunicaciones, bien sea buscando proveedores más baratos o suspendiéndolos.
La canasta familiar en Colombia se compone de bienes básicos como alimentos, transporte, arriendo, servicios y medicinas. Por ello, las alzas que se presentan en estos rubros son las que más pesan en el bolsillo.
Cambiar la frecuencia y lugares para hacer mercado, comprar menores cantidades o unirse con familiares y amigos para adquirir productos o alimentos en mercados mayoristas son tras medidas que están adoptando los colombianos ante la inflación.