“A mí me aprobaron el subsidio de vivienda ‘Mi Casa Ya’ por un valor de $27 millones el año pasado, pero la modificación del programa que anteriormente era por salarios mínimos y ahora es por el nivel del Sisbén me ha afectado porque ahora no he encontrado respuesta alguna por parte de la caja de compensación, ni de los bancos ni mucho menos del Gobierno”.
Así lo manifestó Ricardo López, propietario de una vivienda de interés social (VIS) en el norte de Barranquilla, quien señaló que el represamiento de este subsidio le ha generado gran incertidumbre, ya que esto ha afectado la entrega de su inmueble.
“No ha existido un compromiso de las constructoras en materia de entregas, ya que muy seguramente ellos están esperando los recursos del Gobierno, pero es algo que nos ha afectado como propietarios que somos 290 en un solo proyecto”.
Misma situación afronta Laura Molina, propietaria de un apartamento en Barranquilla, quien desde el mes de septiembre de 2022 se encuentra esperando que el Gobierno asigne y desembolse a los habilitados del año pasado, pero no ha sido posible ni tampoco ha recibido respuesta.
“Ya he pagado $35 millones, y si llego por casualidad a desistir de la vivienda, la constructora me dice que perderé parte de mi dinero, pero no es por culpa mía, sino porque el Gobierno no ha cumplido con el desembolso de ese subsidio”, manifestó.
A esta problemática se le suman los incumplimientos en las fechas de entrega con los incrementos en los valores de cada vivienda.
“Ha habido incumplimientos, ya que supuestamente teníamos fecha de entrega en diciembre de 2022 y la constructora lo aplazó para septiembre de este año, y a eso se le suma el aumento del precio del apartamento en casi $25 millones a pesar de que la negligencia de entrega estaba de parte de ellos”, sostuvo López.
